MUJERES Y PAZ
"No cabe duda, pues multitud de mujeres de sectores populares en los últimos 100 años, contra todos los esquemas sexistas y excluyentes de los partidos, hemos decidido hacer política en la casa y en la calle exigiendo los derechos ciudadanos, ambientales, sexuales y reproductivos; apostándole a nuestra dignidad como mujeres libres y autónomas, visibilizando sueños y luchas emancipadoras, construyendo espacios propios para la formación, y para el sentipensamiento y el liderazgo ético-político y espiritual"

“La construcción de la Paz nos llevará por sendas arriesgadas, por sendas musicales y poéticas. Nos llevará por caminos rocosos y salvajes y muchas otras por tristezas y alegrías; nos llevará también por fórmulas sencillas que siempre han funcionado, como la capacidad enorme que tenemos en este pedazo de mundo que nos tocó, de levantarnos con destellos de alegría en los momentos más lúgubres para volver a reinventar la vida”

“No cabe duda, que este ejercicio que mujeres a lo largo de la historia han dado a luz, continúa en cada rincón donde los procesos comunitarios moldean el barro del nuevo Macondo, en las palabras y las acciones de la generación de la paz que ha comenzado a despuntar, en los sueños libertarios de jóvenes y viejos que nos negamos a aceptar este orden obsceno de injusticias, violencias y desigualdades de toda índole; en cada luz femenina y masculina alumbrando el amanecer de una sociedad no-patriarcal, en cada voz indignada contra este modelo de desarrollo depredador de la vida, en cada niña y niño que en ustedes contemplaron el rostro de otro país posible a su alcance, expresamos nuestra convicción que esa nueva luz en Macondo ya no se apaga.”

"Me propongo, entonces, explorar las posibilidades que la paz en Colombia y su construcción encarna unos desafíos muy grandes, teniendo en cuenta que el neoliberalismo sigue coloreando el escenario más amplio. Para ello, parto de una breve lectura de la situación actual a fin de poner en escena la paz en relación antagónica con el neoliberalismo reinante. A renglón seguido, mi atención se centrará en las evidencias de afirmación de lo humano a partir de las movilizaciones sociales que legitiman las aspiraciones del país a la paz."

“No cabe duda, enarbolamos y enaltecemos esta otra política escondida y perseguida durante años, hoy llamada y urgida en la formación de una cultura diferente para construir un país justo, diverso, incluyente y en paz.”