¿Quién Es Lilia Solano?
Directora General de la Unidad para las Víctimas FILÓSOFA, POLITÓLOGA E INVESTIGADORA SOCIAL.Lilia Solano, es filósofa con maestría en Ciencia Política y candidata a doctora en Ciencias Sociales, se ha destacado a lo largo de su carrera por su compromiso firme y apasionado en la defensa de los derechos de las mujeres y en la denuncia de las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos en Colombia.
Su trayectoria es un testimonio vivo de su dedicación incansable a la búsqueda de justicia y equidad para los sectores más excluidos de nuestro país.
En su rol como viceministra del Diálogo Social del Ministerio del Interior, Lilia Solano instituyó un enfoque de gestión basado en la escucha activa, la concertación y el seguimiento a los compromisos, trabajando mano a mano con comunidades, pueblos y sectores cuyas voces han sido históricamente silenciadas. Su capacidad para tender puentes y su profundo conocimiento de las realidades de las comunidades y territorios la convierten en una líder ideal para dirigir la Unidad para las Víctimas.
Es así como Lilia Solano llega a esta nueva etapa con una visión clara y un corazón lleno de esperanza, dispuesta a continuar el legado de Colombia como Potencia Mundial de la Vida.
Su nombramiento no solo representa un reconocimiento a su invaluable trabajo, sino también una promesa de que, bajo su dirección, la Unidad para las Víctimas seguirá siendo un faro de dignidad, justicia y reconciliación para todos los colombianos.
Con la pasión y la determinación que la caracterizan, Lilia Solano está lista para asumir este desafío, llevando consigo el compromiso de construir un futuro más justo y equitativo para todas las víctimas del país.
Además de cursos a nivel de posgrado en la Universidad de Toronto (Canadá), actualmente realizo estudios doctorales en Ciencias Sociales en la Universidad de Granada-España.
Además de cursos a nivel de posgrado en la Universidad de Toronto (Canadá), actualmente realizo estudios doctorales en Ciencias Sociales en la Universidad de Granada-España.
MUJERES Y PAZ
"No cabe duda, pues multitud de mujeres de sectores populares en los últimos 100 años, contra todos los esquemas sexistas y excluyentes de los partidos, hemos decidido hacer política en la casa y en la calle exigiendo los derechos ciudadanos, ambientales, sexuales y reproductivos; apostándole a nuestra dignidad como mujeres libres y autónomas, visibilizando sueños y luchas emancipadoras, construyendo espacios propios para la formación, y para el sentipensamiento y el liderazgo ético-político y espiritual"
“La construcción de la Paz nos llevará por sendas arriesgadas, por sendas musicales y poéticas. Nos llevará por caminos rocosos y salvajes y muchas otras por tristezas y alegrías; nos llevará también por fórmulas sencillas que siempre han funcionado, como la capacidad enorme que tenemos en este pedazo de mundo que nos tocó, de levantarnos con destellos de alegría en los momentos más lúgubres para volver a reinventar la vida”
“No cabe duda, que este ejercicio que mujeres a lo largo de la historia han dado a luz, continúa en cada rincón donde los procesos comunitarios moldean el barro del nuevo Macondo, en las palabras y las acciones de la generación de la paz que ha comenzado a despuntar, en los sueños libertarios de jóvenes y viejos que nos negamos a aceptar este orden obsceno de injusticias, violencias y desigualdades de toda índole; en cada luz femenina y masculina alumbrando el amanecer de una sociedad no-patriarcal, en cada voz indignada contra este modelo de desarrollo depredador de la vida, en cada niña y niño que en ustedes contemplaron el rostro de otro país posible a su alcance, expresamos nuestra convicción que esa nueva luz en Macondo ya no se apaga.”
"Me propongo, entonces, explorar las posibilidades que la paz en Colombia y su construcción encarna unos desafíos muy grandes, teniendo en cuenta que el neoliberalismo sigue coloreando el escenario más amplio. Para ello, parto de una breve lectura de la situación actual a fin de poner en escena la paz en relación antagónica con el neoliberalismo reinante. A renglón seguido, mi atención se centrará en las evidencias de afirmación de lo humano a partir de las movilizaciones sociales que legitiman las aspiraciones del país a la paz."
“No cabe duda, enarbolamos y enaltecemos esta otra política escondida y perseguida durante años, hoy llamada y urgida en la formación de una cultura diferente para construir un país justo, diverso, incluyente y en paz.”